La proliferación del uso de pantallas en la vida cotidiana de los estudiantes en la actualidad ha generado un impacto negativo en la educación básica. La creciente dependencia de dispositivos electrónicos y el acceso constante a internet han llevado a una serie de desafíos que están afectando el proceso educativo en México y el mundo de manera preocupante. Aún más preocupante cuando los jóvenes cuentan con teléfonos de alta gama, con planes de datos ilimitado y acceso en todo lugar y momento, lo cual no tiene ninguna justificación válida y pone en riesgo a los menores.
El uso excesivo de dispositivos electrónicos para actividades no educativas, como redes sociales y videojuegos, ha provocado en los jóvenes una distracción desmedida y una verdadera disminución en la capacidad de concentración de los estudiantes durante las clases en el día a día; lo que repercute negativamente en su aprendizaje y retención de conocimientos. Incluso la prolongada exposición a las pantallas ha causado una creciente fatiga visual y mental en los estudiantes. Pasar horas frente a una computadora tableta o celular puede resultar en dolores de cabeza, irritabilidad y agotamiento, lo que afecta negativamente su bienestar general y por ende escolar.
El uso de celulares ha reducido significativamente las interacciones sociales entre los jóvenes y de estos con sus padres y maestros. La falta de contacto humano puede tener un impacto perjudicial en el desarrollo social y emocional de los niños y adolescentes. Los estudiantes están cada vez más dependientes de la tecnología para obtener información y resolver problemas, lo que puede limitar su capacidad de desarrollar habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas fuera de un entorno digital.
Para abordar estos desafíos, es fundamental encontrar un equilibrio entre el uso de pantallas y las actividades fuera de línea. Las escuelas y los padres debemos promover un enfoque más consciente y equilibrado de la tecnología, fomentando pausas regulares, actividades al aire libre y el desarrollo de habilidades sociales.
A muchas familias les ha resultado, que en esos momentos de encuentro como puede ser la hora de comida, o la sobremesa, etc.; todos, incluyendo a los padres tienen prohibido usar el celular o cualquier dispositivo electrónico.
Así se promueve la conversación y la convivencia que tanta falta hace en estos tiempos. Por supuesto que en cada hogar se debería buscar ese momento de convivencia pues la dinámica de las familias es muy variada
Para aquellos, que sus hijos están apenas adentrándose en el mundo de la lectura, una recomendación basado en la experiencia real de una familia de seis:
- En familia seleccionaron un libro a leer: Harry Potter y el
- Prisionero de Azkaban (el número 3 de la saga).
- Tanto los padres como los hijos que ya sabían leer, eran responsables de hacer lectura en voz alta durante 10 minutos en la sobremesa de la comida. Lo hacían de lunes a sábado, cada uno, tenía ya un día establecido.
- Los domingos descansaban porque la dinámica familiar era diferente.
- Así durante semanas, meses, más de dos años hasta terminar con el último de los títulos.
Una sencilla actividad, sin utilizar muchos recursos, que ayudó a formar en los hijos el gusto por la lectura. Y lo más importante…. sin pantallas
Mtro.Juan Carlos Esparza García
Director de Middle School ICH SUR